Estudios de Lingüística del Español | Vol. 48 (2024)
DOI: 10.36950/elies.2024.48.15
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución 4.0.

La presencia de la mujer en la historia de la gramática española

Su visibilidad en los ejemplos gramaticales

Francisco Escudero Paniagua

Universidad de Salamanca

ORCID: 0000-0002-2501-8683

Resumen

Esta investigación se centra en las referencias a mujeres en los ejemplos de cinco gramáticas del siglo XVIII (Gayoso, San Pedro, GRAE 1771, Ballot y GRAE 1796). El objetivo es averiguar, en primer lugar, cuántas referencias a mujeres hay en la ejemplificación gramatical del siglo XVIII y, en segundo lugar, qué factores influyeron a los gramáticos para incluir más o menos figuras femeninas en sus ejemplos. Para ello se han realizado tres tipos de análisis: i) se han contabilizado los sustantivos y adjetivos sustantivados (o con sustantivos elípticos) femeninos referidos a mujeres, incluidos los nombres propios de personajes (históricos o ficcionales) o inventados ad hoc en cada ejemplo; los pronombres femeninos referidos a mujeres (ella, la, alguna, ninguna…) y las oraciones en las que se haga alusión a mujeres mediante la concordancia, pero sin ningún sustantivo o pronombre explícitamente femenino; ii) se ha analizado el contenido semántico de los ejemplos (sintagmas y oraciones) que incluyen referencias a varones y a mujeres; iii) se han comparado los datos totales de referencias a varones y a mujeres en los ejemplos.

Palabras clave:

Historiografía lingüística, Ejemplificación gramatical, Ejemplos, Ideología, Mujeres.

Abstract

This research focuses on references to women in the examples of five eighteenth-century grammars (Gayoso, San Pedro, GRAE 1771, Ballot and GRAE 1796). The aim is to find out, firstly, how many references to women there are in the grammatical exemplification of the 18th century and, secondly, what factors influenced the grammarians to include more or less females figures in their examples. For this purpose, three types of analysis were carried out: i) feminine nouns and substantivised adjectives (or adjectives with elliptical nouns) referring to women, proper names of characters (historical or fictional) and proper names invented ad hoc in each example have been counted, as well as feminine pronouns referring to women (she, her, any, none.... ) and sentences in which women are referred to by means of agreement, but without any explicitly feminine nouns or pronouns; ii) the semantic content of the examples (syntagms and sentences) which include references to men and women has been analysed; iii) the total data of references to men and women in the examples have been compared.

Keywords:

Linguistic historiography, Grammatical exemplification, Examples, Ideology, Women.

Introducción

El libro de gramática es un producto cultural (Colombat et al. 2010: 101) en el que, de forma consciente o inconsciente, su autor deja la huella de la ideología, de los valores y de las convenciones suyas y de su época (Calero Vaquera 2004: 323). La disciplina que estudia la presencia de cuestiones ideológica y culturales en la gramática es la etnogramática, término creado por Calero Vaquera (2004; 2010) por analogía con los términos etnolingüística y etnosemántica. No cabe duda de que el estudio de la presencia de ideología en los ejemplos gramaticales forma parte de esta disciplina.

Concretamente, este trabajo tiene relación con lo que Calero Vaquera y Subirats (2015) denominaron el estudio de la “vía negativa”, esto es, las censuras, las exclusiones y los silencios en la historiografía gramatical. Si repasamos la historia de la gramática española (y otras), resultará evidente que hay diferencias notables entre hombres y mujeres: no ha habido tantas autoras de gramáticas y no han sido valoradas de la misma manera.

Partout en Europe on remaque la même situation: malgré l’existence de quelques cas isolés de femmes exceptionnelles […] on observe une pénurie de femmes grammairiennes et le manque d’importance de lerus études (Ayres-Bennet 1994: 5, apud. Calero Vaquera y Subirats 2015: 6)

De hecho, ni siquiera han recibido atención historiográfica hasta hace unas pocas décadas:

Solo en los dos o tres últimos decenios ha comenzado un interés más concreto por desvelar el verdadero papel desempeñado por las mujeres tanto en el desarrollo de las teorías lingüísticas como en la historia de la codificación de los idiomas en la cultura occidental. (Calero Vaquera y Subirats 2015: 6)

Cultivar esta vía de estudio es provechoso para la disciplina y pertinente para reconstruir debidamente la historia de la gramática española (y de otras lenguas), pero, además, es de justicia reconocer e investigar los trabajos gramaticales y lingüísticos de algunas personas que han sido desestimados debido al género de su autora. Afortunadamente, cada vez más investigadores reconstruyen esta parte de la historia de la gramática y de la lingüística. Véase el trabajo de Fernández de Gobeo (2021: 149), para una relación actualizada de algunas investigaciones recientes sobre el tema.

Gran parte de ellas, incluida la de Fernández de Gobeo, se centran en la mujer como productora de libros de gramática o con contenido gramatical. Por el contrario, este trabajo aborda la presencia de la mujer como referente en los fragmentos de lengua de los aparatos ejemplares –término acuñado por Chierichetti (2009)– de gramáticas.

El ejemplo gramatical es un elemento inherente a la gramática (Marchello-Nizia y Petiot 1977: 84; Auroux 1998: 11; Chevillard et al. 2007: 5; Colombat et al. 2010: 101; Kistereva 2015: 12; Gómez Asencio 2016: 145) y se caracteriza, entre otras cosas, por ser un signo autónimo (Rey-Debove, 1978: 77; Chevillard et al., 2007: 6). El signo autónimo “designa lo que sería si no se estuviese designando a sí mismo” (Nicolas 2001: 498. La traducción es nuestra). Esto implica que los ejemplos presentan ambigüedad semántica, ya que, además de significar en tanto que ejemplos, significan lo que enuncian (Nicolas 2001; Fournier 2003).

Esta característica (o capacidad) de los ejemplos les permite contener (o revelar) aspectos ideológicos y socioculturales de los autores y del contexto en el que redactaron sus obras. De hecho, muchos investigadores han ahondado en la ideología y en los aspectos socioculturales de los autores a través del estudio de su ejemplificación (por ejemplo, Marchello-Nizia y Petiot 1977: 98-107; Esteba Ramos 2007, 2008; Calero Vaquera 2010; Zamorano Aguilar 2013, 2019a, 2019b; Kistereva 2015; Colucciello 2019; González Jiménez 2020; González Fernández 2022). Si, como dice Swiggers,

[…] el historiógrafo de la lingüística no solamente tiene que investigar y estudiar, a través de textos descriptivos y teóricos, “ideas” lingüísticas en su contexto social, cultural y político-económico, sino que el historiógrafo tiene que reflexionar también sobre el (posible) condicionamiento de estas ideas, y tiene que rastrear problemas que se desbordan del cuadro de investigación directo […] (Swiggers 2004: 115. apud. Calero Vaquera y Subirats 2015: 3)

entonces, compete al investigador de la ejemplificación gramatical reflexionar sobre cómo el contexto social, cultural y político-económico puede condicionar los ejemplos, tanto en el plano puramente ilustrativo –desde el cual un ejemplo muestra y aclara los aspectos lingüísticos que se quieren transmitir– como en el plano semántico –desde el cual un ejemplo “designa lo que sería si no se estuviese designando a sí mismo”–.

Partiendo de la idea de que tres elementos influyen en la ideología o cultura reflejada en la ejemplificación de una gramática (la cultura, el autor y los destinatarios), se puede aventurar que el sexismo de la sociedad (en este trabajo, la española del siglo XVIII), los gramáticos (varones) y los destinatarios (principalmente varones) influyeron en los aparatos ejemplares, carentes de referencias a mujeres y abundantes en valoraciones negativas sobre ellas o, al menos, distintas a las de los hombres.

Los objetivos son, por tanto, i) averiguar cómo se manifiesta la influencia de los tres elementos en las referencias femeninas que aparecen en la gramática y ii) cuantificar y analizar las referencias a mujeres en la ejemplificación gramatical desde distintas perspectivas para observar en qué grado afectó su influencia.

Metodología

2.1 Corpus

Para poder realizar un estudio minucioso y homogéneo, se ha optado por analizar un conjunto de gramáticas de características similares que puedan resultar relevantes, que se hayan publicado en el mismo contexto (s. XVIII español) y que hayan sido escritas por y para personas pertenecientes a dicho contexto (españoles). Concretamente, se han analizado los aparatos ejemplares de cinco gramáticas: Gómez Gayoso (1743), San Pedro (1769), GRAE 1771, GRAE 1796 y Ballot (1796).

Además, para garantizar un análisis similar en todas las gramáticas, el estudio se ha centrado en los ejemplos de los capítulos de la analogía/etimología y la sintaxis, ya que todas las gramáticas del corpus incluyen ambas partes, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, con la ortografía y la prosodia.

Para no contabilizar repetidamente las mismas referencias a varones y mujeres, únicamente se han analizado los ejemplos de lengua, es decir, no se han analizado fragmentos de lengua no representativos, como fragmentos de lengua demostrativos o sumas (Escudero Paniagua 2023: 137-138):

El adjetivo Santo pierde la última sílaba quando se pone ántes de los nombres sustantivos propios de los Santos, como: San Pedro, San Pablo, San Juan. Exceptúanse Santo Tomas, Santo Toribio y Santo Domingo. (GRAE 1771: 8)

En este fragmento se han contabilizado los ejemplos San Pedro, San Pablo y San Juan, pero no las excepciones Santo Tomás, Santo Toribio y Santo Domingo porque se consideran (o se presentan como) las únicas excepciones a la regla, esto es, como sumas de excepciones.

Como a veces resulta muy complicado discernir entre ejemplos heredados de la tradición ejemplificativa y citas encubiertas (Escudero Paniagua 2021: 164), no se ha excluido ningún ejemplo por la fuente de la que se ha extraído. Además, no solo interesa si el autor utiliza referencias a mujeres en sus ejemplos, sino cómo de representadas o visibilizadas están las mujeres en cada aparato ejemplar, aunque estas aparezcan o no en citas literarias o paremias no creadas por los gramáticos. De hecho, no hay duda de que la elección de ciertos pasajes literarios o la elección de ciertas paremias puede estar condicionada o no por la ideología. Seguramente, muchos profesores desecharían ejemplificar una cuestión lingüística como a la mujer i a la gallina si es mala, torcelle el cuello, pero a Benito de San Pedro no lo hizo (1769: 99, II). Hay ideología –consciente o inconsciente– en esa elección.

Finalmente, se han contabilizado únicamente los casos de referencias (que no menciones) de mujeres, de hombres y de usos del masculino posiblemente genérico. Esto quiere decir que, por ejemplo, en El juez persiguió á un ladrón, le prendió y le castigó (GRAE 1796: 71-72), se han contabilizado 2 referencias (juez y ladrón), pero no los dos pronombres personales le que hacen referencia a ladrón. Sí se han contabilizado pronombres en los casos en que no había un referente explícito (p. ej. yo, tú, él, alguno, otros…).

2.2 Niveles de ideología

Siguiendo una propuesta anterior (Escudero Paniagua 2021: 193-201), planteamos una clasificación de tres niveles o formas de manifestación de la ideología en los ejemplos:

  1. Ideología de las referencias: la ideología se manifiesta en el léxico seleccionado por el gramático. En el caso de la visibilidad de la mujer, se refleja en las referencias a mujeres en los ejemplos:

    1. Costurera, aplanchadora, Abadesa, Emperatriz. (GRAE 1796: 52)

  2. Ideología de los enunciados: la ideología se manifiesta en el contenido del ejemplo o, también, en su relación con otro ejemplo de la misma unidad de ejemplificación1. Para el caso de la mujer, se refleja en las ideas vertidas sobre las mujeres en los ejemplos en sí mismos y/o en relación con otro ejemplo:

    1. Desprecio á la muger (Mata y Araújo 1805: 109)

    2. Varones que mandaron, Mugeres que sirvieron (Gayoso 1743: 84)

  3. Ideología de las ausencias o de la escasez: la ideología se manifiesta en la ausencia o en la escasez de alusiones. La ausencia puede darse por inexistencia o desconocimiento de la cuestión no aludida, o por tabú o subestimación. La escasez de visibilidad de la mujer se revelaría en la comparación cuantitativa de referencias a hombres frente a mujeres:

    • Por inexistencia o desconocimiento: *capellana, capitana, decana, diputada, doctora, gobernadora, y otros.

    • Por tabú o subestimación: *ama, ciudadana, compañera, dueña, heredera, labradora, ladrona, loca, manceba, marinera, mendiga, pecadora, poeta (fem.), santa, sierva, vasalla, ventera y otros2.

2.3 Contabilización

Para el análisis se han contabilizado y analizado una serie de aspectos de los ejemplos vinculados a sendos niveles:

En la siguiente imagen se resume la vinculación entre los aspectos cuantificados y analizados, y el nivel de ideología:

Figura 1. Niveles de ideología y aspectos contabilizados y analizados

La contabilización de cada uno de estos aspectos se ha realizado con base en unas directrices muy concretas para evitar la incorporación de datos ambiguos y el falsear datos:

  1. Solamente se han contabilizado sustantivos, nombres propios y pronombres que se refieren claramente a un varón, a una mujer o que se pueden interpretar como un uso de masculino genérico:

    1. Desenseñamos al inocente sus defectos. (Gayoso 1743: 258)

    2. Para principiante no lo ha hecho mal (GRAE 1771: 217)

    En el primer ejemplo, se entiende perfectamente que inocente se refiere a una persona y que es varón. En cambio, en el segundo ejemplo, no está claro a quién se refiere principiante ni se puede interpretar como masculino genérico, por lo que no se ha contabilizado. Tampoco se han tenido en cuenta los pronombres sin marca de género, como Yo y , cuando no hay ningún indicio de si se refieren a varones o a mujeres.

    A veces, el discurso previo o posterior al ejemplo de los gramáticos ayuda a identificar un sustantivo como referente de persona, como ocurre en el siguiente caso, donde se indica explícitamente que el sustantivo significa persona:

    […] uno de los nombres que significan la persona que hace la acción del verbo, y estos acaban en or, como: de correr, corredor: de andar, andador. (GRAE 1796: 40)

  2. Se han contabilizado como masculinos posiblemente genéricos cuando no está claro que las referencias aludan únicamente a varones:

    1. El hombre es mortal (Gayoso 1743: 253)

    2. Hombre leído, muger leída (GRAE 1796: 224)

    En el primer fragmento, hombre puede entenderse como masculino genérico y no está claro que solo se refiera a los varones –de hecho, parece evidente que se refiere al ser humano en general–. En cambio, en el extracto de GRAE, como hombre en el primer ejemplo se opone a mujer en el segundo, se deduce que no es masculino genérico.

    1. Socorrías a los Pobres […] Servimos a nuestros Amos (Gayoso 1743: 265)

    2. El Rey encarga la justicia á sus ministros, con particular cuidado, para bien de sus vasallos (GRAE 1796: 333)

    En estos ejemplos de Gayoso no está claro que pobres y amos se refieran únicamente a varones, por lo que se contabilizan como masculinos posiblemente genéricos. Por el contrario, en el ejemplo de la GRAE, ministros solo puede entenderse como ministros varones por contexto histórico –hasta donde sabemos no hubo ninguna ministra en España en todo el siglo XVIII–. Pero no hay nada que indique que vasallos se refiera únicamente a vasallos varones, por lo que se analiza como un uso de masculino posiblemente genérico.

  3. Los diminutivos, aumentativos, hipónimos, sinónimos o similares, etc., se han contabilizado bajo el mismo sustantivo/nombre propio. Por ejemplo, hombrecito se contabiliza como hombre; mujeraza, como mujer; monarca, soberano o emperador, como rey; el hacedor, el padre celestial como Dios; Pedrito, Drepo, Piedrol como Pedro; Zutano, Fulanito como Fulano.

  1. Como interesa observar la presencia y visibilización de la mujer en la ejemplificación gramatical, solo se han tenido en cuenta las referencias explícitas:

    […] pero si se habla de varones, serán masculinos, y se dirá el vírgen, el mártir, el testigo, el homicida; y si se habla de hembras, serán femeninos, y se dirá la vírgen, la mártir y así de los demas (GRAE 1796: 8)

    Aunque en este fragmento se pueda inferir que los demas se refiere a la testigo y la homicida, estas no se han contabilizado porque no están explícitas en el testimonio.

  2. Se han contabilizado los adjetivos sustantivados, siempre que es clara la sustantivación o que se puede interpretar un sustantivo elíptico que indudablemente se refiere a una persona. Por ejemplo, el pobre, la pobre de forma aislada no se han contabilizado, puesto que no queda claro que se haga alusión a personas, pero sí en el ejemplo de Gayoso antes mencionado Socorrías a los Pobres (1743: 265). También en los siguientes ejemplos:

    1. Un sabio, un literato, Una negra, donde falta hombre y muger, que son substantivos. (Ballot 1796, p. 11).

    2. Los niños son ménos prudentes que los ancianos (GRAE 1796: 238)

    En el primer caso los adjetivos sabio y negra tienen un sustantivo elíptico que Ballot menciona en la glosa. En el segundo caso, por contexto, se entiende que el adjetivo anciano está sustantivado.

  3. Se han tenido en consideración las oraciones con referencias a hombres y mujeres en elementos concordantes:

    1. Yo me conozco a mi mismo (o a mi misma en femenino) (San Pedro 1769: 158, I)

    2. De mi cantar pues yo te vì agradada. (San Pedro 1769: 112, II).

    3. Mi marido ¡ay que desgraciada soy! no volverá mas á mi vista. (GRAE 1796: 331)

    4. Hengo de ser amado: has de ser aborrecido. (GRAE 1796: 351)

    Aquí mismo, misma, amado y desgraciada aclaran si Yo se refiere a un hombre o a una mujer y lo mismo ocurre con agradada y aborrecido y los pronombres te y elíptico.

Datos

3.1 Ideología de las referencias

En este subapartado se presentarán una serie de tablas con datos sobre las referencias a varones y mujeres en los ejemplos analizados.

Las cinco tablas que se incluyen a continuación recogen el uso de sustantivos y adjetivos utilizados al menos una vez en masculino y en femenino en al menos una gramática del corpus: la Tabla 1 recoge el léxico de parentesco o familiar; la Tabla 2, el de cargos y oficios; las tablas 3, 4 y 5, léxico variado. Todas ellas incluyen en la primera columna las gramáticas y en el resto, el léxico utilizado para referirse a varones o mujeres o posiblemente usados como masculinos genéricos3.

Gramáticas

Padre/ Madre

Compadre/

Comadre

Marido/ Mujer

Hermano/a

Hijo/a

Primo/a

Gayoso

6 varón

2 mujer

2 genér.

1 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

1 mujer

0 genér.

4 varón

1 mujer

1 genér.

3 varón

0 mujer

1 genér.

1 varón

1 mujer

1 genér.

San Pedro

5 varón

2 mujer

0 genér.

0 varón

1 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

7 varón

4 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

GRAE 1771

13 varón

4 mujer

2 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

2 varón

2 mujer

0 genér.

4 varón

0 mujer

0 genér.

6 varón

2 mujer

3 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Ballot

6 varón

1 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

6 varón

0 mujer

0 genér.

7 varón

0 mujer

4 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

GRAE 1796

16 varón

3 mujer

4 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

4 varón

3 mujer

0 genér.

5 varón

0 mujer

0 genér.

8 varón

2 mujer

3 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Tabla 1. Léxico de familia

Los datos de la Tabla 1 muestran que los sustantivos padre, hermano e hijo son más utilizados que madre, hermana e hija en todas las gramáticas, salvo en el caso hijo/a en la gramática de San Pedro, quien no los utiliza en los ejemplos analizados. En el caso de compadre y comadre, Gayoso utiliza la voz masculina una vez y San Pedro, en cambio, la voz femenina. Marido es más utilizado que mujer (en el sentido de esposa) en la GRAE 1796, mientras que en GRAE 1771 y Ballot usan ambas voces el mismo número de veces. Solo Gayoso utiliza mujer más veces que marido (una frente a ninguna) y San Pedro no las emplea ninguna vez. Finalmente, en el caso de primo/a, solo Gayoso utiliza el mismo número de veces para referirse a un varón y referirse a una mujer. También lo utiliza una vez en masculino posiblemente genérico –por lo que, del mismo modo, es posible que sea o se pueda interpretar como un sustantivo masculino que se refiere a varones–.

Gramáticas

Monarca, rey, soberano, emperador/ Reina, soberana, emperatriz

Príncipe/ Princesa

Duque/ Duquesa

Pastor/a

Gayoso

7 varón

1 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

San Pedro

18 varón

1 mujer

3 genér.

2 varón

1 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

3 genér.

GRAE 1771

26 varón

2 mujer

0 genér.

1 varón

0 mujer

1 genér.

1 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Ballot

15 varón

3 mujer

0 genér.

0 varón

1 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

1 mujer

0 genér.

GRAE 1796

8 varón

2 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Tabla 2. Léxico de cargos y oficios

En el caso de monarca (y sus sinónimos), el número de voces en masculino es bastante más elevado que el de las voces en femenino en las cinco gramáticas. En cambio, las diferencias en las otras voces no son tan notables: príncipe/princesa es utilizado más en masculino en las gramáticas de San Pedro y GRAE 1771, es utilizado una vez en femenino y otra en masculino posiblemente genérico en la gramática de Ballot, y no aparece ni en Gayoso ni en GRAE 1796; duque/duquesa se utiliza en masculino y en femenino en Gayoso y solo en masculino en GRAE 1771; por último, pastor/a, aparece en San Pedro en masculino posiblemente genérico y, en femenino, en Ballot.

Gramáticas

Hombre-varón/

Mujer

Señor/a

Testigo

Anciano-mayor-viejo/a

Chico-mozo-muchacho-niño-/a

Pícaro/a

Gayoso

30 varón

19 mujer

5 genér.

5 varón

2 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

2 varón

2 mujer

0 genér.

16 varón

6 mujer

7 genér.

1 varón

2 mujer

0 genér.

San Pedro

6 varón

3 mujer

11 genér.

2 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

2 mujer

3 genér.

4 varón

0 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

GRAE 1771

40 varón

27 mujer

26 genér.

1 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

16 varón

10 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Ballot

26 varón

13 mujer

4 genér.

8 varón

0 mujer

2 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

9 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

GRAE 1796

24 varón

20 mujer

31 genér.

3 varón

0 mujer

0 genér.

1 varón

0 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

1 genér.

5 varón

4 mujer

3 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Tabla 3. Léxico variado

En todas las gramáticas hombre-varón se usa más veces que mujer. La diferencia cuantitativa se acentúa aún más si se tienen en cuenta los casos de masculinos posiblemente genéricos. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con señor/a y con chico-mozo-muchacho-niño/a. Por el contrario, testigo es utilizado una vez en masculino y en femenino por Gayoso y una vez en masculino y en masculino posiblemente genérico en GRAE 1796; anciano-mayor-viejo/a es utilizado dos veces en masculino y dos veces en femenino por Gayoso y una vez en masculino posiblemente genérico en GRAE 1796, y solo en San Pedro se utiliza más estas voces para referirse a mujeres que a varones, aunque hay más usos de masculinos posiblemente genéricos; finalmente, pícaro/a es el único caso en que la voz en femenino supera a la voz en masculino (genérico y no genérico).

Gramáticas

Heredero/a

Amigo/a

Joven

Mártir

Vecino/a

Virgen

Gayoso

1 varón

1 mujer

0 genér.

2 varón

0 mujer

3 genér.

0 varón

0 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

San Pedro

0 varón

0 mujer

0 genér.

2 varón

0 mujer

2 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

GRAE 1771

0 varón

0 mujer

0 genér.

5 varón

0 mujer

3 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

Ballot

0 varón

0 mujer

1 genér.

1 varón

1 mujer

4 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

GRAE 1796

0 varón

0 mujer

0 genér.

4 varón

0 mujer

3 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

1 genér.

0 varón

0 mujer

1 genér.

1 varón

1 mujer

1 genér.

Tabla 4. Léxico variado

De nuevo, la mayoría de los gramáticos que utiliza las voces de la Tabla 4 suele hacerlo en masculino. Solo heredero/a en Gayoso, y joven, mártir y vecino/a en Ballot se utilizan una vez en masculino y en femenino. También en los casos de amigo/a en Ballot y mártir y virgen en GRAE 1796, pero en estos casos también se documentan usos en masculino posiblemente genérico.

Gramáticas

Haragán/a

Holgazán/a

Mamantón/a

Harón/a

Hampón/a

Gentilicios

Gayoso

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

6 genér.

San Pedro

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

19 genér.

GRAE 1771

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

9 genér.

Ballot

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

0 genér.

0 varón

0 mujer

6 genér.

GRAE 1796

1 varón

1 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

1 varón

1 mujer

0 genér.

2 varón

4 mujer

13 genér.

Tabla 5. Léxico variado

Finalmente, el léxico de esta tabla solo aparece en GRAE 1796 una vez en masculino y otra en femenino. Los gentilicios aparecen en las cinco gramáticas, mayoritariamente en masculinos posiblemente genéricos. En el caso de la GRAE, hay cuatro casos de gentilicios usados en femenino frente a dos en masculino y trece masculinos posiblemente genéricos.

En la Tabla 6, que se presenta a continuación, se incluyen todos los sustantivos y adjetivos sustantivados (o con sustantivo elíptico) utilizados únicamente en masculino –bien para referirse a varones o bien usados como masculinos posiblemente genéricos– no usados en femenino en ninguna gramática del corpus y todos los sustantivos que solo son usados en femenino en al menos una gramática del corpus.

Gramáticas

En masculino o masculino genérico no usados en femenino en ninguna gramática

Únicamente en femenino en alguna gramática

Gayoso

Afligido, aguador, amo, caballero, capitán, cazador, ciudadano, clérigo, confesor, contrario, corregidor, criador, discípulo, docto, escribiente, estudiante, hidalgo, inocente, juez, labrador, ladrón, leñador, licenciado, loco, maestro, mayordomo, mendigo, mercader, necio, pobre, santo, secretario, siervo, soldado, ventero, viñador.

Musa

San Pedro

Amo, arcabucero, bueno, caballero, capellán, confesor, corregidor, criado, dios4, discípulo, doctor, dueño, enemigo, fraile, habitador, juez, justo, ladrón, leñador, maestro, mancebo, médico, mendigo, papa, patriarca, pecador, penitente, pobre, poeta, procurador, profeta, reo, sabio, sacristán, santo, soldado, valiente, vaquero, vasallo, ventero.

Amazona, doncella, ninfa.

GRAE 1771

Amante, amo, autor, caballero, capitán, codicioso, compañero, contrario, corregidor, criado, criador, deán, decano, diputado, discípulo, docto (sust.), doctor, dueño, enemigo, esclavo, habitante, juez, maestro, ministro, obispo, papa, pobre, presidente, procurador, prójimo, reo, salteador, santo, soldado, teniente.

-

Ballot

Amante, autor, bruto, caballero, compañero, criado, discípulo, docto, doctor, dueño, enemigo, esclavo, estudiante, filósofo, general, hidalgo, juez, literato, maestro, magistrado, malo, marinero, mercader, ministro, pecador, procurador, reo, rufián, sabio, sastre, siervo, soldado, vasallo.

Negra

GRAE 1796

Amante, andador, autor, bruto, bueno, caballero, cardenal, convidado, corredor, deudor, discípulo, dueño, enemigo, enfermo, general, gimnosofista, gobernador, hidalgo, homicida, infante, infeliz, juez, ladrón, maestro, médico, ministro, miserable, orador, oyente, Papa, patriarca, pintor, poeta, polvorista presidente, procurador, vicepresidente, prójimo, reo, sabio, siervo, soldado, teniente, vasallo, ventero.

Abadesa, costurera, aplanchadora

Tabla 6. Léxico únicamente en masculino o en femenino

La diferencia cuantitativa es obvia y no solo eso; algunas de las voces que solo son usadas en femenino hacen referencia a seres míticos de género femenino que no tienen un correspondiente varón (amazona, musa, ninfa) u oficios considerados propios de mujeres:

Los nombres que significan oficios, empleos, profesiones ó exercicios propios de varones son masculinos […] y los de mujeres son femeninos, como: costurera, aplanchadora, Abadesa, Emperatriz (GRAE 1796: 52)

Nótese, además, que algunas voces masculinas de la tabla se repiten en varias gramáticas (p. ej. amante, amo, caballero, compañero, criado…), pero las voces en femenino. Esto indica que las voces de la segunda columna –referencias varones– es léxico prototípico y heredado en la tradición ejemplificativa española de la época, mientras que las voces en femenino no se convirtieron en léxico heredado.

A continuación, las tres siguientes tablas reflejan i) la presencia total de nombres propios de varones y de mujeres y aquellos utilizados como masculinos genéricos en cada gramática, ii) las referencias a personajes, reales o ficticios, masculinos o femeninos; iii) la presencia de pronombres con los que se hace referencia a varones o a mujeres o cuando posiblemente se usan como masculinos genéricos:

Gramáticas

Referencias varones

Referencias mujeres

Masculino posiblemente genérico

Gayoso

Total: 68

Agustín (1), Alexandre (1), Antonio (3), Diego (1), Fernando (3), Francisco (3), Fulano –y otros similares–5 (10), Juan (17), Martín (1), Pedro (28).

Total: 25

Antonia (1), Clara (2), Fulana –y otros– (6), Juana (1), María (13), Teresa (2).

Total: 0

San Pedro

Total: 12

Antonio (1), Carlos (1), Diego (1), Fernando (1), Fulano –y otros– (3), Juan (2), Pedro (1), Sancho (2).

Total: 3

Fulana –y otros– (2), Isabel (1).

Total: 0

GRAE 1771

Total: 42

Antonio (5), Alfonso (1), Fernando (1), Francisco (3), Fulano –y otros-– (7), Juan (7), Manuel (1), Pedro (17).

Total: 5

Fulana –y otros- (2), Isabel (1), María (2).

Total: 5

Fulano –y otros– (5)

Ballot

Total: 30

Alexandro (1), Antonio (6), Bartolomé (1), Basilio (1), Carlos (2), Cayo (1), Francisco (1), Juan (7), Mario (1), Pedro (9).

Total: 4

Francisca (1), María (3).

Total: 0

GRAE 1796

Total 45

Antonio (2), Fernando (2), Francisco (4), Fulano (5), Juan (5), Pedro (27).

Total: 5

Fulana –y otros– (1), Isabel (3), María (1).

Total: 0

Tabla 7. Nombres propios

De nuevo, la diferencia cuantitativa entre nombres propios masculinos y femeninos es abismal. Únicamente Gayoso supera con creces a los demás en la cantidad (25 frente a 3, 4 y 5) y variedad (6 frente a 2 y 3) de usos de nombres propios femeninos, pero también es el que mayor cantidad y variedad de nombres propios masculinos utiliza.

Algo parecido ocurre con las referencias a personajes masculinos y femeninos (reales o ficticios):

Gramáticas

Referencias varones

Referencias mujeres

Gayoso

Total: 27

Afranio (1), Dios6 (13), Escipión (1), Gonzalo Fernández de Córdoba (1), Jesús (1), Julio César (1), Lucano (1), Numa Pompilio (1), Pompeyo, (1), Rómulo (1), San Diego (1), San Francisco (1), San Juan (1), Santo Tomás (1), Séneca (1).

Total: 1

Pícara Justina (1)

San Pedro

Total: 94

Adán (2), Alcino (2), Benjamín (1), César Augusto (1), Cicerón (2), Demóstenes (1), Dios (32), El Tostado (1), Epicuro (1), Felipe V (1), Fernando III de Castilla (2), Fray Luis de León (3), Garcilaso (1), Goliat (2), Héctor de Troya (1), Homero (1), Hymeneo (1), Jacob (1), Jesús (8), Joab (1), José de Israel (1), Laomedonte (1), Lucifer (1), Luis I (1), Neptuno (1), Néstor de Troya (1), Nino, rey de Asiria (1), Nino, hijo del rey de Asiria (1), Phidipo (1), Rey David (6), Reyes magos (1), Salomón (1), San Esteban (1), San Juan Bautista (1), San Pedro (1), Saúl de Israel (2), Silvano (1), Telémaco (1), Ticio (1), Tirreno (2), Titiro (1), Urias (1).

Total : 7

María Magdalena (1), Minerva de Troya (1), Virgen María (2), Baquis (1), Seramis (1), Meguera (1).

Masculino genérico: Reyes Católicos (2). Total: 2

GRAE 1771

Total: 39

Alejandro Magno (1), Alvar Fáñez (1), Arias Gonzalo (1), Boccaccio (1), Carlos III (2), Cicerón (2), Cid (2), Dios (12), Jesús (1), Julio César (1), Petrarca (2), Rey Alfonso VI (4), Rey Asuero (1), Ruy Velázquez (2), San Juan (1), San Pedro (1), Santiago (1), Santo Domingo (1), Taso (2).

Total: 1

Reina Esther (1)

Ballot

Total: 53

Alejandro Magno (1), Apóstoles (1), Aquiles (1), Aristóteles (1), Catilina (1), César (1), Cicerón (3), David (2), Demóstenes (1), Dios (21), Don Quijote (1), Fajardo (1), Goliat (1), Jesucristo (4), Job (3), Júpiter (1), Lorenzo Corchuelo (1), Mercurio (1), Nerón (1), San Pedro (1), Sancho Panza (2), Sansón (1), Satanás (1), Saúl (1).

Total: 6

Isabel de Inglaterra (1), Juno (1), Virgen María (1), Dulcinea del Toboso (1), Tulia (1), Palas (1).

GRAE 1796

Total: 32

Agripa (2), Aníbal (1), Alfonso VI (1), Arias Gonzalo (1), Augusto (1), Boccaccio (1) César (2), Cicerón (2), Cid (1), Dios (10), Lépido (1), Marco Antonio (1), Petrarca (1), Pompeyo (1), Rey Asuero (1), Ruy Velázquez (2), San Juan (1), San Pablo (1), San Pedro (1).

Total: 1

Reina Esther (1)

¿Masculino genérico?: Los Ambrosios (1), los Crisóstomos (1), los Granadas (1), los Mendozas (1), los Cervantes (1). Total: 5

Tabla 8. Personajes masculinos y femeninos

Solo dos autores hacen alusión a más de un personaje femenino, Benito de San Pedro (7) y Ballot (6), pero también son los que mencionan más personajes masculinos (94 y 53 respectivamente). San Pedro también hace referencia dos veces de manera implícita a la reina Isabel I cuando alude a los Reyes Católicos. Por lo que respecta al resto, las GRAE hacen referencia al mismo personaje femenino (la reina Esther) y en la gramática de Gayoso se menciona a la pícara Justina, en una cita de la novela homónima. Son dudosos los casos de masculinos posiblemente genéricos de la GRAE 1796, pues parecen aludir únicamente a escritores varones (los Ambrosios, los Crisóstomos, los Granadas, los Mendozas, los Cervantes).

La misma tendencia se observa también en el uso de pronombres para referirse a varones y a mujeres:

Gramáticas

Referencias varones

Referencias mujeres

Masculino posiblemente genérico

Gayoso

Total: 16

Aquel (7), él (2), otro (3), uno (4).

Total: 2

Una (2)

Total: 22

Alguno (2), aquel (3), demás (1), muchos (2), nosotros (4), ninguno (1), todos (3), uno (2), vosotros (4).

San Pedro

Total: 16

Alguno (1), aquel (10), le/lo (3), otro (1), uno (1).

Total: 3

Le/la (3)

Total: 18

Aquel (1), él (2), le/lo (2), nosotros (8), pocos (1), todos (3), vosotros (1).

GRAE 1771

Total: 32

Aquel (5), él (17), ese (2), este (2), le/lo (6).

Total:9

Aquella (2), ella (4), le/la (3)

Total: 21

Alguno (3), aquel (1), él (4), le/lo (8), ninguno (3), uno (1), vosotros (1).

Ballot

Total: 13

Aquel (1), ese (1), este (2), él (3), mismo (2), le/lo (4).

Total: 0

Total: 19

Alguno (2), aquel (1), él (4), este (1), le/lo (1), muchos (1), nosotros (4), todos (1), uno (1), vosotros (3).

GRAE 1796

Total: 32

Alguno (1), aquel (2), él (10), ese (1), le/lo (13), otro (3), uno (2).

Total: 1

Aquella (1)

Total: 34

Alguno (2), aquel (4), demás (1), él (2), le/lo (5), muchos (1), ninguno (4), nosotros (4), todos (6), uno (2), vosotros (3).

Tabla 9. Pronombres

En la mayoría de las gramáticas los pronombres pueden ser interpretados como masculinos genéricos, tal y como se refleja en la tabla. Sin embargo, dadas las escasísimas referencias a mujeres en comparación con las referencias a varones, parece una ingenuidad pensar que estos pronombres en masculino posiblemente genéricos estén incluyendo realmente a las mujeres. Aunque no se pueda confirmar, lo más probable es que la mayoría de estos pronombres se redactasen y se leyesen sin tenerlas en cuenta. En cualquier caso, la cantidad de pronombres que aluden a varones es muy superior a la de los pronombres que aluden a mujeres.

La última tabla recoge el número de caso de oraciones en las que, por medio de la concordancia, se puede vislumbrar cuándo se hace referencias a varones, a mujeres o cuándo hay posibles usos de masculinos genéricos.

Gramáticas

Referencias varones

Referencias mujeres

Masculino posiblemente genérico

Gayoso

20

0

1

San Pedro

11

5

1

GRAE 1771

9

0

1

Ballot

16

0

2

GRAE 1796

25

1

2

Tabla 10. Concordancias

Una vez más, las concordancias en oraciones muestran mayor número de referencias a varones que a mujeres y, además, los usos de masculinos posiblemente genéricos no son elevados.

Los datos presentados en las tablas 1-8 revelan que la presencia femenina no solo es escasa en comparación con la masculina, como se demuestra más adelante (§ 3.3), sino que su relevancia sociocultural es mínima: los cargos y oficios en femenino son menos variados y, en general, de menor prestigio; la variedad de nombres propios y personajes femeninos es ínfima, al contrario que la variedad de nombres propios y personajes masculinos. Por el contrario, las tablas 9-10 no indican directamente una diferencia sociocultural entre varones y mujeres, sino de perspectiva; parece que los autores tienden pensar y referenciar más hombres que mujeres cuando ejemplifican.

3.2 Ideología de los enunciados

Todas las gramáticas incluyen como ejemplos algunas oraciones o sintagmas que reflejan, por afirmación o en contraste con otros ejemplos similares, la ideología sobre la mujer y la manera en que se presentan en la gramática las cualidades positivas y negativas asociadas a ellas.

Hay afirmaciones sobre mujeres que no se hacen sobre hombres en las gramáticas en las que aparecen:

La hembra que a Dios teme, essa es la bella (San Pedro 1769: 110, II)

A la mujer i a la gallina si es mala, torcelle el cuello. (San Pedro 1769: 99, II)

El primer ejemplo (una cita de Fray Luis de León), además de tener una clara intención moralizante, trata sobre una cualidad positiva en la mujer que no se menciona para el hombre. El segundo se trata de un refrán, pero su mera presencia en una gramática refleja el escaso o nulo reparo que generaba incluir una frase misógina en una gramática (que, además, también estaba destinada a mujeres). No obstante, también hay ejemplos en los que son los varones o un varón concreto los que se referencian de manera negativa:

Nosotros seriamos inocentes, si Adan no uviesse pecado (San Pedro 1769: 56, II)

En este caso, se culpa a Adán de ser el causante del pecado original, y no a Eva.

El sexismo en la ejemplificación se ve con claridad en el contraste entre el tratamiento a hombres y a mujeres. En algunos casos, podría considerarse que se ponen en relación características o actitudes consideradas positivas con mujeres y negativas con hombres:

El Varón que pecó, la Muger que se arrepintió (Gayoso 1743: 83-84)

Hombre pobre, Muger rica (Ballot 1796: 150)

Sin embargo, no son diferencias que caractericen a los hombres frente a las mujeres o viceversa. En cambio, los siguientes contrastes –más comunes– sí reflejan la ideología de los autores y de la sociedad de la época:

Varones que mandaron, Mugeres que sirvieron (Gayoso 1743: 84)

Varón docto, Muger casta (Gayoso 1743: 220)

Es hombre de bien. Era muger de honor. Fué hombre de estudio (Gayoso 1743: 229)

El Rei Catholico, la mujer recatada (San Pedro 1769: 98, II)

El hombre bueno ama la virtud: la muger virtuosa cuida de la casa (GRAE 1771: 238; 1796: 328)

Soldados valerosos: mugeres retiradas (GRAE 1771: 323)

Un sabio, Un literato, Una negra (Ballot 1796: 11)

Hombre bueno […] Soldados valerosos […] Mugeres retiradas (Ballot 1796: 127)

Véase que nada impide al gramático ejemplificar con referencias a varones y a mujeres de la misma manera o con las mismas cualidades (p. ej. varones que mandaron, mujeres que mandaron; varón docto, mujer docta; soldados valerosos; mujeres valientes; un sabio, un literato, una escritora7). Sin embargo, parece existir una inclinación en la ejemplificación de la época por marcar diferencias (innecesarias desde un punto de vista gramatical y didáctico) entre varones y mujeres. Aun así, es posible encontrar ejemplos en los que hombres y mujeres son representados de la misma manera o de manera similar:

El marido, y la mujer son generosos. (GRAE 1771: 323)

El Rey y la Reyna son generosos: El marido y la mujer son amables. (Ballot 1796: 127)

Hombre leído, mujer leída (GRAE 1796: 224)

Por último, además de la ideología en los enunciados de los ejemplos, también se vislumbra gracias a las reglas con las que se vinculan:

[…] quando ocurre expresar dos ó mas cosas, de las quales la una tiene antelación por naturaleza ó por dignidad, no se perturbe este órden, y así se dirá constantemente: oriente y occidente, cielo y tierra, sol y luna, día y noche, padre y madre, marido y mujer, hijo é hija. (GRAE 1796: 275)

En resumen, no es extraño que los gramáticos incluyan diferencias en las referencias a hombres y en las referencias a mujeres, desde nimiedades (p. ej. hombre pobre frente a muger rica) hasta cuestiones que reflejan ideas más profundas sobre los roles de género (p. ej. Varones que mandaron, mujeres que sirvieron). Si bien no es una práctica sistemática, a menudo el rol y las características de la mujer quedan señaladas en estas oposiciones frente a los hombres. También en las afirmaciones que se realizan sobre ellas en ejemplos aislados o en el discurso del gramático que los antecede.

3.3 Ideología en la ausencia o escasez (datos totales)

Para terminar, se han compilado todos los datos con el fin de vislumbrar cierta ideología implícita (y probablemente inconsciente). En definitiva, se trata de verificar si existe un sexismo en la ejemplificación en favor de la representación masculina en los ejemplos y en detrimento de la visibilidad de las mujeres. Véanse los resultados en la siguiente tabla:

Gramáticas

Referencias varones

Referencias mujeres

Masculino posiblemente genérico

Total de referencias contabilizadas

Gayoso

260 (65,82 %)

72 (18,23 %)

63 (15,95 %)

395

San Pedro

191 (59,13 %)

34 (10,53 %)

98 (30,34 %)

323

GRAE 1771

283 (65,81 %)

61 (14,19 %)

86 (20 %)

430

Ballot

231 (71,52 %)

30 (9,28 %)

62 (19,20 %)

323

GRAE 1796

292 (61,86 %)

56 (11,86 %)

124 (26,27 %)

472

Tabla 11. Datos totales

En todos los casos, el número de referencias a varones es superior al de las mujeres. Porcentualmente, más de la mitad de las referencias en la ejemplificación son masculinas, mientras que la representación femenina no supera el 20%. Ballot es el autor que, porcentualmente, hace más referencias a varones (71,52 %) y menos referencias a mujeres (9,28 %). A priori, San Pedro es el que hace menos referencias a varones (59,13 %), pero también es el que más veces emplea masculinos posiblemente genéricos, la mayoría de los cuales, muy probablemente, hagan alusión solo a varones. En ningún caso las GRAE presentan los porcentajes más altos ni los más bajos, aunque, como son gramáticas extensas y con muchas referencias, suelen presentar números totales elevados (por ejemplo, 283 y 292 referencias a varones). Finalmente, Gayoso, además de ser el gramático que más referencias a mujeres realiza en porcentaje (18,23 %) y en datos totales (72), es el que menos masculinos posiblemente genéricos utiliza en porcentaje (15,95 %). Dado que lo más probable es que la mayoría de estos usos hagan referencias exclusivamente a varones, puede considerarse que la ejemplificación de Gayoso es la que mayor paridad presenta en este aspecto.

Conclusiones

Si bien las mujeres no están excluidas de la ejemplificación gramatical en el corpus dieciochesco estudiado, es evidente que hay muchas menos referencias a ellas que a varones. Aunque probablemente sea algo inconsciente, por un lado, la poca presencia de referencias apunta a un sexismo ideológico implícito en cuanto a roles de género, especialmente en lo que respecta a las profesiones; por otro lado, las valoraciones sobre las mujeres frente a las valoraciones sobre los hombres apuntan a un sexismo ideológico explícito. Al comienzo del trabajo se han planteado tres elementos o factores causantes de este sexismo en la ejemplificación gramatical: cultura, autor y destinatario.

La cultura sexista de la época se refleja, por ejemplo, en la ejemplificación de trabajos propios de varones frente a trabajos propios de mujeres –los primeros suelen realizarse en espacios públicos o son de carácter institucional y son de mayor prestigio, mientras que los trabajos de mujeres tienen vinculación con lo doméstico y son de menor prestigio (costurera, aplanchadora)–. Cuando un mismo cargo u oficio puede ser desempeñado por hombres y por mujeres, se utilizan más en masculino o masculino posiblemente genérico que en femenino. También se refleja en las escasas referencias a personalidades y personajes femeninos. Los pocos que hay son personajes literarios o religiosos o reinas.

Bajo esta cultura preponderantemente masculina, los autores –todos varones– escribieron obras destinadas principalmente a varones (aunque San Pedro también manifiesta que su gramática está dirigida a mujeres religiosas, lo cual no se refleja en la ejemplificación). La ejemplificación gramatical queda, pues, impregnada de la visión masculina. Esto se deduce, por ejemplo, del uso de pronombres, nombres propios y elementos concordantes para referirse únicamente a varones; como los autores, maestros, compañeros, alumnos, lectores son, en su mayoría, varones, es esperable que las referencias a varones sean las principales. Dicho de manera resumida, las mujeres no eran relevantes ni fuera (no desempeñaban un papel social considerado como prestigioso) ni dentro de la enseñanza de la gramática (no eran autoras, maestras, compañeras ni destinatarias). La ejemplificación revela ese papel subalterno y testimonial impuesto a las mujeres a lo largo de siglos.

No obstante, el estudio muestra que quizás haya un cuarto factor que influya en esta cuestión: la tradición ejemplificativa. La sobrerrepresentación masculina en la ejemplificación gramatical no vendría determinada únicamente por factores socioculturales y contextuales del momento, sino también por la fijación de una tradición ejemplificativa previa que ha tendido precisamente a incluir una ejemplificación sexista. Algunas de las razones para pensar esto son las siguientes: i) se suelen presentar primero las voces en masculino, por lo que las formas femeninas pueden omitirse o reducirse en la ejemplificación (véase el criterio 4 en el apartado 2.3), y esto parece deberse en parte a una convención de la tradición ejemplificativa gramatical; ii) es muy común que los ejemplos –y el léxico de los ejemplos– pasen de una gramática a otra pero no porque se tomen directamente, sino porque se van heredando de unas gramáticas a otras, es decir, que se convierten ejemplos heredados prototípicos, que pasan a formar parte de la tradición ejemplificativa8. De este modo, se prototipifican más referencias masculinas que femeninas, que pasan a los aparatos ejemplares de las gramáticas posteriores.

Nótese que este factor puede condicionar el grado de afectación de los otros tres factores en la ejemplificación. Teóricamente, los cambios socioculturales que favorecen la igualdad legal y social de la mujer (incluido el hecho de que existan o no mujeres gramáticas y alumnas y lectoras de gramáticas) habrían influido cuantitativa y cualitativamente en la visibilidad de la mujer en los aparatos ejemplares; sin embargo, es posible –y probable– que la tradición ejemplificativa, con sus características sexistas, haya influido de tal manera en la ejemplificación que los cambios socioculturales no hayan afectado tanto en ella. Dicho de otro modo, la tradición ejemplificativa podría hacer que, a pesar de los cambios socioculturales y a pesar de que autores y destinatarios sean mujeres, los autores y las autoras construyesen aparatos ejemplares con las características sexistas de gramáticas anteriores.

Sería conveniente profundizar en esta cuestión. Para ello es necesario realizar un análisis similar en gramáticas de épocas posteriores (siglos, XIX, XX y XXI). Este se podría complementar con otro en gramáticas escritas por y/o para mujeres. Los datos obtenidos seguramente arrojarían luz sobre esta cuestión y permitirían comprobar si, efectivamente, los cambios socioculturales, de autoría y de destinatarios afectaron a la visibilidad de la mujer en la ejemplificación gramatical, de qué manera, en qué aspectos y a qué ritmo lo hicieron, o si, por el contrario, el peso de la tradición ejemplificativa se impuso con firmeza e impidió o dificultó la renovación de la ejemplificación en relación con esta cuestión. Esperamos que este estudio sirva como punto de partida y de referencia para esta tarea.

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Notas

1Para el concepto de unidad de ejemplificación véase Escudero Paniagua (2023: 137-138).
2Ninguno de los sustantivos mencionados en ambos grupos aparece en femenino en el corpus de ejemplos analizados en este trabajo, pero sí en masculino.
3Los heterónimos también se incluyen bajo la misma columna.
4Usado como nombre común.
5Por ejemplo, Zutano/a.
6Se interpreta a Dios como personaje varón puesto que, al margen de creencias religiosas en contra, así parece haberse interpretado tradicionalmente en la historia, a tenor de las representaciones artísticas.
7No se puede pasar por alto el sexismo subyacente a que se caracterice a un hombre por su intelecto o profesión prestigiosa y a una mujer por su físico.
8Ejemplos que se protipificaron en algún momento son, por ejemplo, prada rident (Rosier-Catach 1997) o turba ruunt (Grondeux 2003) en la tradición latina, o Cicerón habló sabia y elocuentemente (Escudero Paniagua 2022a: 48; 2022b: 162) en la tradición española.