Entre la siembra petrolera y la crítica del extractivismo
Visiones contrapuestas del petróleo en Venezuela
Resumen
A lo largo del siglo XX, Venezuela se consolidó como una nación exportadora de petróleo, un rasgo crucial no solo en términos económicos, sino también políticos y culturales. Los discursos asociados a su condición de “nación petrolera” vincularon los proyectos futuros a la apropiación y distribución de la renta petrolera, sintetizados en la expresión “sembrar el petróleo”. Durante las últimas décadas, diversos proyectos políticos han dado contenido a esta consigna, apuntando a transformar la riqueza petrolera en una fuente permanente, autosostenible y que beneficie a todos los venezolanos. En este artículo, discutimos la fuerza de esta metáfora, dialogando especialmente con la obra de Fernando Coronil. Reflexionamos sobre cómo se naturalizan los efectos del petróleo, a pesar de que su distribución está relacionada con la capacidad de compra en el mercado externo derivada de su exportación. Analizamos, en contraste, la perspectiva de Juan Pablo Pérez Alfonzo, quien en las décadas de 1960 y 1970 criticó la dependencia petrolera utilizando la metáfora del "excremento del diablo". Para él, la abundancia de divisas asociadas al petróleo conducía al despilfarro. Pérez Alfonzo proponía limitar la explotación petrolera para evitar los efectos negativos de la abundancia de divisas y promover un desarrollo económico sostenible. El texto asocia esta perspectiva crítica con los debates contemporáneos sobre el extractivismo en América Latina. Destacamos cómo autores como Eduardo Gudynas critican el modelo extractivista, señalando que la dependencia de la exportación de recursos naturales debilita los vínculos productivos internos y causa impactos sociales y ambientales adversos. Finalmente, reflexionamos sobre las promesas del nacionalismo petrolero y la crítica actual al extractivismo como claves para comprender la historia reciente de Venezuela y otros países de la región.